Calamares encebollados con alcachofas confitadas

Calamares encebollados con alcachofas confitadas

En Canela Fina nos pirran las alcachofas: chips, hervidas, confitadas, al horno…

Nos gustan no solo por su sabor y su versatilidad a la hora de cocinarlas, sino que también porque son fuente de de vitaminas, minerales, antioxidantes que nos ayudan a cuidar nuestro cuerpo. Las alcachofas son buenas para reducir el colesterol, proteger nuestro hígado y disminuir la retención de líquidos. Por esto, hoy queremos presentaros una receta facilísima y que nos encanta: Calamares encebollados con alcachofas confitadas.

Recordad que para cocinar las alcachofas, antes es esencial limpiarlas bien para evitar que tengan tierra y sacar todas las hojas exteriores. ¡No cortéis todo el tallo! Su interior es muy tierno y aportará gran sabor al plato.

INGREDIENTES:

– 1 kg de calamares pequeños
– 1 kg de cebolla de Figueras
– 1/2 kg de alcachofas
– 1 hoja de laurel
– 1/2 vaso de vino blanco
– 1 diente de ajo

 

ELABORACIÓN:

Primero de todo, limpiamos, pelamos y cortamos  las alcachofas. Es muy importante quedarnos solamente con la parte más tierna de la alcachofa: el corazón y la parte interna del rabito. Recomendamos limpiar las alcachofas con guantes, ya que si se os ensucian las manos y las uñas, después no es fácil limpiarlas.

Rápido -para evitar que la alcachofa se oxide- partimos el corazón en 4 trozos y los introducimos  en un cazo lleno de aceite y con un ajo aplastado, para confitar las alcachofas. Si no vamos a confitarlas enseguida, es mejor dejarlas en un bol con agua y perejil para evitar la oxidación.

A continuación, ponemos el cazo con el fuego al mínimo. Para confitar, la cocción debe ser muy lenta. Cuando el aceite empieza a hervir tenemos que apagar el fuego, ya que sino, en lugar de confitar, estaríamos friendo las alcachofas. Por eso, dejamos las alcachofas dentro del cazo hasta que el aceite esté frío. Escurrimos y reservamos.

Después cortamos la cebolla a juliana muy fina y la rehogamos con un poco del aceite que hemos utilizado para confitar las alcachofas. Añadimos la hoja de laurel.

Cuando la cebolla empieza a coger un color dorado, vertemos el vino blanco y cuando se haya evaporado, añadimos los calamares. Pueden añadirse enteros o troceados, como más os guste. Dejamos cocer hasta conseguir la caramelización total de la cebolla.

Para finalizar, añadimos las alcachofas confitadas y lo dejamos cocer los últimos 5 minutos.

Truco: Puede adornarse con un poco de cebollino cortado o unos taquitos de jamón. La combinación del jamón con el calamar nos gusta mucho!

¡Ya nos diréis qué os parece! Es muy fácil y queda realmente bueno.

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